Tengo dolor de cabeza de tanto ruido.
Cuando llegamos a casa o nos levantamos, encendemos la televisión para que aniquile el silencio.
Cuando llegamos a casa o nos levantamos, encendemos la televisión para que aniquile el silencio.
Muchas veces hablamos “por decir algo” no porque realmente
tenemos nada que contar.
Rellenamos con palabras los silencios incómodos en vez
de preguntarnos, ¿por qué estamos incómodos?
¿Para qué hablar con un tono normal cuando se puede gritar?
¿Por qué nos asusta el silencio? ¿Nos da miedo la paz y
mirar dentro de nosotros? ¿Es tan
terrible nuestro interior? ¿Por qué lo maltratamos?
Regálate unos minutos de silencio en tu vida. Tú y tu
respiración. Siente el aquí y ahora.
Ganarás muchísimo. Ya me desahogué. Un abrazo