lunes, 10 de noviembre de 2014

Aplicando la productividad a la limpieza de la casa



Hay pocas tareas que se dilaten tanto en el tiempo y sean tan ingratas como la limpieza. Lo pendiente que  hay que hacer se expande para ocupar todo el tiempo disponible. Es como esas babosas de  las películas que amenazan con invadirlo todo. 

También he visto a mi abuela y a mi madre estar horas y horas limpiando la casa, día tras día. Y a parejas jóvenes hacer la limpieza general de los sábados por la mañana. El problema es que en este caso, el martes ya empieza a haber pelusas.

Odio a muerte pegarme palizas para limpiar y acabar con la espalda dolorida. Tampoco me gusta tener que hacerlo contra reloj por encontrarme con que vienen a vernos y en casa hay unas pelusas del tamaño de mi cabeza. Prefiero levantarme tranquila los sábados, desayunar con calma y disfrutar del fin de semana.

Consideraciones preliminares


Tamaño de la casa y número de trastos
Cuanto más grande sea la casa y cuantos más tratos haya, más se va a tardar en limpiar, es de cajón. Si uno quiere tardar menos en limpiar es mejor hacer una buena limpieza de trastos, valga la redundancia.

Eliminar el autosabotaje
Me ha pasado alguna vez eso de decir: “lo hago yo porque Aprendiz no lo hace como yo quiero”, o la heredada de mi padre “hazlo bien o no lo hagas”. Eso es un caso en el que el perfeccionismo, algo visto como una virtud se convierte en un autosabotaje.  Los errores pueden ser una buena forma de aprender.

Fuera ladrones de tiempo
Internet, redes sociales y televisión pueden hacer que se nos vaya el tiempo sin haber hecho nada. El Whatsapp es una gran distracción para mí, lo confieso. 

Ser realista
Uno debe ajustar sus expectativas al tiempo del que dispone y las circunstancias personales. No es lo mismo ser una pareja de adultos que tener un bebé de meses. Tampoco se puede atender igual la casa si ambos trabajan muchas horas fuera de casa.

Aplicando la productividad

GTD
Es bueno hacer una lista de las faenas domésticas que se pretende realizar en ese día. Al principio, para no agobiarnos, es mejor no ponerla demasiado larga porque si no nos da un patatús y nos caemos de espaldas antes de empezar.
Al ver la lista de las faenas hemos de ver si hay que hacerlas ya, pueden esperar o delegarse.

Pomodoro
Una vez hecha la lista, lo que mejor me ha funcionado es el pomodoro. Uno se concentra en una sola tarea en intervalos de 25 minutos y pensar que en breve podré descansar. Es más fácil mantener la atención por breves períodos de tiempo. En el descanso de 5 minutos podemos beber agua, sentarnos un poco o mirar los mensajes.

Al principio es bueno prestar atención a cuánto tiempo nos ocupa una tarea para poder planificar las próximas veces.

Manteniendo lo hecho
La regla de los dos minutos es genial para mantener la casa ordenada. Si nos bebemos un vaso de agua, al terminar lo lavamos o lo metemos en el lavavajillas, por ejemplo.

6 comentarios:

  1. Estupendo y necesario este artículo, sobre todo para algunas personas que no mantienen una estrategia para hacer las cosas de la casa.
    A mi, Nuria, lo que me funciona es el tener un orden diario. Todos los días intento llevar esas pequeñas cosas, que realmente haces en diez o menos minutos, a rajatabla. Cuando tienes la casa ordenada, sin ropa por medio, ni cacharros sucios, o lavadoras pendientes, .....hace que después la limpieza sea más llevadera.
    También, fundamental si compartes la casa con más personas, marido, hijos...es saber distribuir tareas, de forma que cada uno se haga responsable de una parte de ellas.
    Un beso y buen fin de semana.
    Carmen.

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    1. Tienes razón en que el orden es lo que más ayuda a tener la casa a punto. Y lo de repartir tareas es fundamental, porque muchas veces una persona carga con todo y el resto se escaquea

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  2. Hola, muy interesante y práctico :)
    Yo creo que la mejor manera de limpiar es no ensuciar. Aunque no ensuciar nada es imposible sí que podemos reducir la suciedad con algunos truquillos.
    Desde que estoy casado, mi mujer y yo nos quitamos los zapatos al entrar en casa y nos ponemos zapatillas; no te imaginas la cantidad de m***** que puede traer uno a la casa con los zapatos.
    Otro truco. Cuando te vayas de viaje, aunque sea un fin de semana, coloca varios cubos grandes llenos de agua por toda la casa. El agua atrae el polvo, si pasas el dedo por los muebles verás que hay menos mugre de lo habitual ;)

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    1. Gracias por el truco de los cubos, lo pondré la próxima vez que vaya de viaje. Y en cuanto a lo de no ensuciar, mi madre dice que no es más limpio el que más lava sino el que menos mancha.

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