Un día en la piscina, mi hermana nos enseñó una cantimplora
de agua de aluminio con una funda que mantenía el agua bien fresquita. Me gustó
bastante y estuve pensando en darle comprar una. Me parecía una buena idea pero
no acababa de decidirme.
Otro día, comprando una botella de agua en el supermercado,
me fijé en la cantidad de botellas que había y traté de imaginarme cuántos
residuos generaba con ese hábito. No soy muy ecologista pero quedé asombrada al
imaginarme esa montaña de botellas de agua.
Un día, fui a cierta cadena de
artículos de deporte francesa y la compré, junto a una funda isotérmica. No fue caro, ambas cosas sumaron 10 euros, pero la inversión está más que amortizada.
Me gustó bastante y no tardé en encontrarle ventajas
-Es mucho más resistente que las típicas botellas de agua de
plástico.
-Sale más barato, pues no hay que estar cambiando de botella
de agua.
-Mantiene mejor la temperatura del agua
-No te sabe el agua a plástico cuando lo dejas varias horas.
-No es pesada, porque está hecha de aluminio.
-No se aplasta ni se deforma.
¡Hola, Nuria!
ResponderEliminarMe encantaría ver una foto de tu cantimplora.
: )
A ver si lo hago, porque tengo que aprender a subir imágenes y practicar para tener un diseño chulo.
Eliminar¡Sabes que es una idea genial!. Estoy siempre cambiando de botella y las compro de las de sabores, que son más monas para después rellenarlas. Voy a buscar una pequeñita para llevar en el bolso, y se acabaron tantas botellas de plástico, que aunque reciclo, son un inconveniente. Compraré para mis hijas también, que éstas me van dejando botellas por todos lados.
ResponderEliminarUn beso Nuria.
Ya me contarás si te gusta
EliminarEn casa usamos todos, y para llevar al colegio de la niña es estupendo, son muchas horas las que está allí y prefiero que su agua no esté muchas horas plastificada ;)
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