sábado, 19 de julio de 2014

Microtareas



Un gurú de la productividad, David Allen, en su libro Get Things Dones habló de las microtareas. Si una tarea te ocupa menos de dos minutos, hazla inmediatamente, si toma más de dos minutos, apúntala en la lista.

A priori, la idea está genial, pero hay dos dificultades. La primera parece que tenemos que pedir permiso a una mano para mover la otra, y tardamos más en pensarlo que en hacerlo. Somos expertos dejadores y procastinadores con la frase: “luego lo haré”. Se deja para más adelante y se acumula con otras tareas. Cuando nos queremos dar cuenta, tenemos una lista de tareas pendientes tan grande como El Quijote.

La segunda es a la hora de evaluar si esa tarea realmente ocupará dos minutos. Es algo que requiere práctica y mucha observación. 

Aproveché para poner en práctica esta regla para tareas muy concretas y simples. Los resultados no se hicieron esperar. Ocupa tiempo pero la sensación de ir dejando cosas hechas es genial. Puedo dar varios ejemplos

En casa

Guarda esa taza sucia en el lavaplatos o friégala antes de que se te llene la pila de cacharros. No dejes sobre la cama esa prenda descartada, cuélgala o dóblala antes de tener la cama llena de ropa. 

En el trabajo

Guarda ese papel que has utilizado en su lugar correspondiente. Deja la grapadora en su cajón. Da ese recado a esa persona  o haz esa llamada rápida que llevas pensando hacer desde las 9 de la mañana.
¿Soléis hacer esas tareas o las dejáis para más tarde?

2 comentarios:

  1. Yo sí suelo hacer las tareas rápidas. Si acabas acumulándolas al final te pegas un montón de horas de trabajo duro y cansado, además de tenerlo todo revolucionado (tanto en casa como en la oficina).

    Desde nunca además me he sentido a gusto teniendo tareas por hacer y yo estando tirada en el sofá, por ejemplo ¡es que soy incapaz!

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    1. Eso nos pasa a todas, pero admiro la capacidad de mucha gente para ponerse las gafas de madera

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