domingo, 19 de octubre de 2014

Limpieza de productos de belleza



Al igual que el armario y la estantería de libros, el armario del cuarto de baño es otro lugar donde aplicar el minimalismo. Es un problema que en principio parece femenino, aunque la industria de la belleza ha visto en los hombres un filón. Cada vez hay más productos destinados para ellos.


El primer paso


Un día me sorprendí a mí misma abriendo el armario del cuarto de baño y miré la cantidad de productos que tenía acumulados. Un montón de cremas, maquillajes, muestras… Muchas de ellas sin haberse usado apenas o directamente sin abrir. Me entró un agobio parecido al que me produjo el armario ropero y decidí desatascar el baño. 


Se supone que después de un año sin usar, los productos pueden dar alergias o producir sensibilidad. Yo  no soy dermatóloga pero hice caso de ese consejo y empecé a llenar la bolsa. Aparté otros para regalar a personas que podrían usarlo.


Reduje a la mitad mis potingues, o potis, como lo llaman las chicas del foro Vogue. Tiré el maquillaje que llevaba tiempo sin usar, de hecho, de dos neceseres, me quedé con uno. Tengo pendiente volver a hacer otra ronda y purgar lo que siga sin usarse.



A veces tenemos demasiados potingues



Valentina, del blog Vale de Oro, se muestra muy crítica al respecto en una entrada. En ella cuenta que a las mujeres nos venden fantasías de una gran belleza en los potingues.

Aunque los productos ayudan, el mejor consejo de belleza que doy es lucir una sonrisa radiante. El brillo que ésta produce, no hay producto de belleza que lo iguale.


Organizando los “potis”


He comprobado mejor dejar uno de cada y el resto a la cola de los repuestos. Lo mejor es tener los repuestos nuevos en un lugar que recordemos fácilmente pero fuera de la lista.


Siguiente paso: evitar la acumulación


Una vez despejado el armario y respirando por ver el cuarto de baño más ligero (qué gustito) , hay que evitar llenarlo de nuevo.  Muchas veces he fracasado en esto último, tanto con la ropa, como con los potis. La tentación de comprar para llenar el espacio vacío es muy grande. 


Las simpáticas foreras de un foro que hay por Internet (no doy demasiados detalles) tienen un post para desengancharnos de la compra de productos cosméticos. En él hay unos mandamientos y códigos de conducta sobre lo que es se permite y lo que no. 
BIEN: Puedes comprar algo que se te acabe o que te salga un problema de piel y necesites un producto. 
BIEN: Que hermana te regale algo se acepta.
MAL: Comprarte la última sombra de ojos de Belleza Arrebatadora o el Perfume Súper Guay porque lo hayan lanzado al mercado y sientas que no puedes vivir sin ello. 
MAL: Comprarte algo sin necesitarlo sin ser las fechas que has elegido para darte permiso "porque te lo mereces".
Para evitar tanta privación, se puede comprar un producto (pero sólo uno, no un arsenal) en las fechas que elijas(yo elegí Reyes y mi cumpleaños).

6 comentarios:

  1. Tener los repuestos en cola es una buena idea para ir terminando los productos más rápido al usar siempre los mismos pero a veces es bueno estrenar alguno de esos repuestos para "matar el gusanillo" sin volver a comprar más.
    : )

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    1. Para eso es bueno fijar dos o tres fechas en el año para poderse permitir comprar algún caprichito. Otra idea que tengo es recompensarme yendo a un circuito hidrotermal, o hacerme un tratamiento.

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    2. Por cierto, se me olvidó decirte que bienvenida al blog y gracias por comentar.

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  2. Nuria, me hace gracia este artículo tuyo de hoy, porque creo que no hay mujer que no le pase o le haya pasado lo que cuentas, Nos dejamos llevar por lo que vemos en la tele, por lo que nos dicen las amigas, por ......y después terminamos usando tantas cosas a la vez que realmente no sabemos cual es el que nos ha dado resultado.
    Hay que hacer limpia y despejar también el cuarto de baño, nos alegramos después.
    Un beso.
    Carmen Sánchez.

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    1. Gracias por comentar. A mí todavía me quedan productos que quiero terminar y eso que hice una buena purga. Estoy empezando a disfrutar abrir el armario del baño y ver todo más despejado. A fin de cuentas, pasa como con la ropa, usamos casi siempre lo mismo.

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  3. Hola! Totalmente de acuerdo, pero no sabía que los cosméticos de mas de un año podían producir alergia o sensibilidad. También el maquillaje? Porque si es así tendría que deshacerme de un buen arsenal! Entiendo que es un año desde su apertura no?

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