martes, 13 de septiembre de 2016

Adictos al ruido



Tengo dolor de cabeza de tanto ruido.
 
Cuando llegamos a casa o nos levantamos, encendemos la televisión para que aniquile el silencio.


Muchas veces hablamos “por decir algo” no porque realmente tenemos nada que contar. 
Rellenamos con palabras los silencios incómodos en vez de preguntarnos, ¿por qué estamos incómodos?


¿Para qué hablar con un tono normal cuando se puede gritar?


¿Por qué nos asusta el silencio? ¿Nos da miedo la paz y mirar dentro de nosotros? ¿Es  tan terrible nuestro interior? ¿Por qué lo maltratamos?


Regálate unos minutos de silencio en tu vida. Tú y tu respiración. Siente el aquí y ahora. 

Ganarás muchísimo. Ya me desahogué. Un abrazo

2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón. Estamos rodeados de ruído, y lo malo es que no nos damos cuenta. A veces nos cuesta trabajo estar sin escuchar nada, es como si nos sintiéramos solos.
    Yo soy de las que valora muchísimo el "no ruido". Me molesta que la gente hable tan alto, que no se respeten las horas de descanso, las motos sin tubo de escape, los coches del Lipasam a altas horas de la mañana.....En fin, te entiendo. Hay que concienciarse de que tenemos derecho a descansar, y la polución acústica es también una polución.
    Un beso.

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  2. Me parece una gran reflexión, y voy a regalarme unos minutos de silencio!! :D
    Besotes

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